Estas zanahorias asadas con sésamo son la guarnición perfecta, lo bastante fáciles para una comida entre semana, pero lo bastante elegantes para servir a los invitados. Veganas, sin gluten y deliciosas servidas frías o calientes.
Cuando la vida te da un hermoso manojo de zanahorias frescas y orgánicas…

Recomiendo encarecidamente picarlas, sazonarlas y asarlas a la perfección.
Espolvoree unas cuantas semillas de sésamo y tendrá una guarnición de calidad de restaurante que puede combinar con casi cualquier cosa.

Asar es, con diferencia, mi forma favorita de preparar verduras. A la parrilla le sigue de cerca, especialmente durante los meses de verano, cuando la idea de encender el horno e introducir otro grado de calor en la casa suena insoportable. Dicho esto, estas zanahorias valen totalmente la pena una cocina sudorosa – lo prometo.
Son dulces y tiernas, con un toque caramelizado y crujiente. Y tienen ese sabor umami del aceite de sésamo con sabor a nuez, el vinagre de arroz picante y el tamari salado combinados con la dulzura natural de las zanahorias.

Se pueden comer bien calientes, recién sacadas del horno, o enfriarlas y preparar una deliciosa ensalada de verano. De hecho, tengo pensado hacer esto último hoy para comer. Estoy impaciente.

Ingredientes
- 1 lb de zanahorias (peladas, cortadas en cuartos y en trozos de 2 pulgadas de largo)
- 1/4 cucharadita de pimienta negra
- 1/2 cucharada de vinagre de vino de arroz
- 1/4 cucharadita de jengibre molido
- semillas de sésamo
- 1/2 cucharada de tamari
- 1 cucharada de aceite de sésamo tostado
Instrucciones
- Precaliente el horno a 400° F.
- Mezcle el aceite de sésamo, el vinagre, el tamari, la pimienta negra y el jengibre en un bol grande. Añada las zanahorias y remuévalas.
- Colocar las zanahorias en una bandeja de horno o en una piedra. Asar durante 35-40 minutos, removiendo una vez hacia la mitad. Retirar del horno cuando las zanahorias estén tiernas, crujientes y con los bordes dorados. Espolvorear con semillas de sésamo y servir.