Limusinas perseguidas por paparazzi e interminables flashes de cámaras. Bellezas entalladas, vestidas de alta costura y llenas de diamantes que desfilan por la alfombra roja en cascada. Discursos de aceptación ensayados y ensayados y ensayados porque «es un honor estar nominado». Ajá. Eso ya lo hemos oído antes.
La retransmisión de los Premios de la Academia es una de mis noches televisivas favoritas del año, cuando la pompa y circunstancia de la gran noche de los Oscar y el falderal de famosos pasan a primer plano y vitoreamos -y abucheamos- a los ganadores y perdedores del mayor concurso de popularidad de Hollywood.
Por eso es la noche perfecta para descorchar champán, invitar a algunos amigos y festejar como la realeza de Hollywood que no somos.
¿Quién será el gran ganador? Nadie lo sabe, y los corredores de apuestas de Las Vegas están tan nerviosos y sudorosos por las probabilidades como las voraces actrices de 10 días de limpieza que esperan hambrientas a que les sirvan las costillas estofadas de Wolfgang.
Para mí, tengo a mi favorito para ganar y una receta para honrarlo con toda la gloria que su protagonista y sus abdominales merecen.
Desde los Globos de Oro de 1996, cuando Brad -sí, nos tuteamos, pero no se lo digas a mi marido- ganó el premio al Mejor Actor de Reparto y dio las gracias a su «amor de mi vida, el ángel Gwyneth Paltrow» -oh, si eso hubiera funcionado-, he estado deseando que el pobrecito que no tiene suerte gane en el Gran Show. Quizá éste sea su golpe de gracia, lo que le lleve a la portada de una revista.
¿Cuál es mi tributo a la gran noche?
Voy a combinar el corazón y el alma de Brad Pitt que se convirtió en la película Moneyball, nominada a la Mejor Película, con mi plato imprescindible en cualquier partido de béisbol: el ilustre perrito caliente, aderezado con hojaldre, mostaza ahumada y hierbas. Una versión elegante, sencilla de preparar y perfecta para servir a una multitud.
Ingredientes
- harina (para espolvorear)
- 1 paquete de medio kilo de hojaldre congelado (yo uso Pepperidge Farms)
- un puñado pequeño de hierbas como tomillo (mejorana o romero picado)
- 1 cucharada de mostaza ahumada o granulada
- 8 perritos calientes kosher de carne de vacuno o salchichas de pollo (cortados por la mitad transversalmente) sin cocer
- sal kosher
- 1 huevo (batido)
Instrucciones
- Precalentar el horno a 400 grados F
- Descongele el hojaldre siguiendo las instrucciones del paquete. Extienda el hojaldre sobre una encimera enharinada hasta obtener un rectángulo de aproximadamente 19" x 12". Corte el rectángulo grande por la mitad a lo largo y, a continuación, corte los dos rectángulos más pequeños en ocho secciones iguales hasta obtener 16 rectángulos en total.
- Extender una pequeña cantidad de mostaza sobre 1/3 de cada rectángulo de hojaldre. Coloque un trozo de perrito caliente o salchicha sobre la mostaza y espolvoréelo con la hierba de su elección. Unte el otro extremo del rectángulo con un poco del huevo batido y enrolle la salchicha en el hojaldre, sellando los extremos. Coloque los rollos de salchicha en el frigorífico durante 15-20 minutos para que la masa se enfríe.
- Sacar del frigorífico y pinchar con un tenedor, pincelar con el resto del huevo batido, espolvorear con sal kosher y hornear de 25 a 30 minutos, o hasta que la masa se haya dorado y tenga un aspecto crujiente. Sacar del horno y servir caliente o a temperatura ambiente con más mostaza.
