Escucha. ¿Lo oyes tú también? Las trompetas trinan y el redoble de los tambores se convierte en un frenesí mientras los corchos de champán saltan y chocan por toda la sala.
Muchas gracias a todos los fabulosos colaboradores y blogueros gastronómicos que han participado en la elaboración de la revista. Es un honor presentar y compartir vuestros increíbles talentos en este formato de revista online. Un agradecimiento especial a Maria, Jaclyn y Bev por sus increíbles contribuciones.
Otra ronda de agradecimientos a Tessa por su pericia editora y a Courtney por su sabio asesoramiento, su orientación y su amable insistencia. OFO.
Pero sobre todo a mi familia. A mi increíble marido Jeff, que me ha ayudado estos últimos meses con mis madrugones y mis largos fines de semana, que siempre cree en mí y en mis descabellados planes y que me prepara el baño cada noche antes de meterme en la cama; a mi Smudge, que cree que soy la mejor madre del mundo incluso cuando no es así, y con quien estoy deseando celebrarlo en nuestra prometida cita de manicura y pedicura; y, por supuesto, a mi madre, cuyos pompones no podrían ser más grandes, sus ánimos más fuertes ni su amor más intenso. Os quiero con locura.
Podría derramar una lágrima… oh diablos, lo estoy haciendo.