Deléitese con un tazón de esta Harina de Avena con Pan de Calabacín y obtenga todos los sabores que obtendría del pan sin excederse.
Es temporada de calabacines y yo, como muchos otros, tengo el huerto lleno. Este año me he portado bien recogiéndolos antes de que crecieran demasiado. Estoy segura de que todos hemos tenido ese calabacín escurridizo que se esconde debajo de una de las hojas y cuando vas a recogerlo te das cuenta de que mide medio metro. Sí, eso me pasa todos los años. No me gusta cuando crecen demasiado porque las semillas de dentro se hacen más grandes y duras. No son buenas para comer.
Creo que una de las cosas más populares que se pueden hacer con el calabacín es hornearlo. Panes, magdalenas, pasteles, brownies, galletas, todos son deliciosos y no puedo resistirme a ellos. De hecho, probablemente por eso he evitado hornear con ellos en lo que va de temporada. Es una apuesta segura que si horneo una barra de pan de calabacín me comeré la mitad en un día. Me digo a mí misma que sólo voy a comer una rebanada, pero luego vuelvo a ella a lo largo del día y lo siguiente que sé es que ¡se ha acabado! La solución a mis problemas de autocontrol con el pan, esta Avena de Pan de Calabacín.
Esta avena con pan de calabacín sabe como esa rebanada de pan caliente recién salida del horno, con la diferencia de que se trata de una sola ración, por lo que no tienes que preocuparte por abusar. Para que la avena tenga el sabor del pan de calabacín, no pueden faltar la canela, la nuez moscada y la vainilla. Esos sabores cálidos y dulces son los que siempre añado a mi pan. Para el dulzor utilicé sirope de arce y para darle un sabor cremoso y a frutos secos, leche de almendras y mantequilla de almendras.
Hay 1/2 taza de calabacín rallado en los copos de avena, así que puedes sentirte bien desayunando algo de verdura. Como siempre me gusta un poco crujiente en mi avena, la cubrí con una pizca de nueces tostadas. Estos copos de avena con pan de calabacín son la forma perfecta de comer pan de calabacín esta temporada sin tener que preocuparte por comerte una hogaza entera.
Ingredientes
- 1 taza de copos de avena
- 1 cucharada de mantequilla de almendras
- 1/2 cucharadita de extracto de vainilla
- 1/2 cucharadita de canela molida
- 1-2 cucharadas de sirope de arce, dependiendo de lo dulce que le guste la avena
- 1/2 taza de calabacín rallado (exprimir el exceso de líquido)
- 1 cucharada de nueces pecanas picadas (opcional)
- 1/8 cucharadita de nuez moscada molida
- Una pizca de sal
- 1 taza de leche (yo usé leche de almendras sin azúcar)
Instrucciones
- En un cazo pequeño, llevar la leche a ebullición.
- Añadir la avena, la canela, la nuez moscada, la sal y el calabacín y mezclar.
- Reducir el fuego a medio y cocer a fuego lento hasta que se haya absorbido casi todo el líquido.
- Retirar del fuego, añadir el sirope de arce y la vainilla y tapar durante un par de minutos.