Nada cambia tanto la tendencia estacional hacia la comida ligera y sencilla como un pesto brillante. Este presenta una de las verduras favoritas del invierno, el delicado brócoli combinado con nueces tostadas.
La mayoría de las veces asociamos el pesto con la albahaca fresca. Fresco, verde, brillante y tan veraniego. Pero cuando aún faltan unos meses para que llegue mi cosecha de albahaca, me parece perfecto jugar con la tradición y adaptar los ingredientes para probar algo nuevo.
Pesto es mi querida.
Con los antojos a flor de piel en este momento, he empezado a omitir la albahaca y a usar esta versión con brócoli tierno como base.
Algunos pueden pensar que el brécol es la versión baby del brécol tradicional, pero no es así. En realidad, es un híbrido entre el brécol y el brécol chino. Con sus tallos más largos y sus ramilletes más pequeños, es una versión más delicada del brécol, más robusto, y tiene un sabor más dulce y terroso.
Todo ello lo convierte en el candidato perfecto para el ingrediente principal del pesto. Y un ingrediente aún mejor para el pesto.
Esta receta lleva los ingredientes tradicionales: ajo, queso parmesano y aceite de oliva. Antes, yo solía mirar una receta de pesto y pensar que si con un diente de ajo quedaba bien, con dos o tres quedaría mejor.
Equivocada.
El ajo puede saturar totalmente un pesto. Un buen diente de ajo es todo lo que necesita para darle a este pesto su sabor característico, pero sin sobrecargarlo.
Escaldar el brécol ablanda los tallos y los prepara para batirlos en el robot de cocina con las nueces tostadas. Si prefieres otro fruto seco, puedes sustituirlo por piñones, pacanas o incluso almendras si las tienes a mano.
El queso parmesano da un sabor más suave a queso, pero si le gusta un toque salado más picante, utilice pecorino romano en su lugar.
El pesto se prepara a la manera tradicional, batiendo los ingredientes en un robot de cocina. Asegúrese de raspar los lados y profundizar en el borde para conseguir incorporar todo el delicioso sabor a nuez.
Una de las cosas que más me gusta de esta receta es que se puede servir caliente o fría.
En lugar de añadir nata o más aceite para diluir la albahaca preparada, utilizo parte de la salsa del agua de la pasta para crear una salsa exuberante para la pasta. El almidón del agua de la pasta espesa la salsa pero no la solidifica cuando se enfría, por lo que sigue siendo tan sedosa como cuando estaba caliente. Admisión plena, me he comido las sobras directamente de la nevera, todavía en el envase de plástico, y sigue estando deliciosa.
Para servir, no te compliques añadiendo nueces tostadas y espolvoreando más queso parmesano, o reserva unos cuantos ramilletes de brócoli y mézclalos también.
Si te sobra pesto, guárdalo para comerlo en crostini tostados con tomates asados y mozzarella o úntalo en pechugas de pollo y ásalas para cenar.
¡Disfrute de su comida de temporada!

Ingredientes
- ½ taza de aceite de oliva virgen extra
- 1 libra de linguini
- 1 diente de ajo (, pelado)
- ½ taza de queso parmesano rallado
- Una pizca de pimienta roja molida
- 1/2 libra de brécol (, extremos recortados)
- ½ limón (exprimido)
- 1/3 de taza más 1/4 de taza de nueces partidas por la mitad
- Una pizca de sal kosher
Instrucciones
- Esparcir las nueces en una bandeja de horno forrada con papel de aluminio y tostarlas en un horno tostador hasta que estén fragantes y doradas, unos 5-8 minutos. Si no dispone de horno tostador, tueste en un horno normal o en una sartén seca a fuego medio. Dejar enfriar, picar 1/3 de taza de nueces y reservar, picar 1/4 de taza restante y reservar.
- Llevar a ebullición una olla grande con agua y salar generosamente con sal. Cocer el brócoli durante 2-3 minutos hasta que esté tierno. Escurrir y enjuagar en agua fría para que se enfríen y escurrir de nuevo. Trocear el brócoli.
- Poner el ajo en un robot de cocina y picar. Añadir 1/3 de taza de nueces y triturar hasta que queden finas, rascando las nueces de los bordes del bol. Añadir el brócoli con el zumo de limón, la pimienta roja molida y la sal kosher y triturar hasta que quede fino. Mientras el procesador está en marcha, vierta lentamente el aceite de oliva en el bol. Raspe el bol y añada el queso parmesano, después sazone con más sal si lo desea.
- Llevar a ebullición una olla grande con agua y sazonar generosamente con sal. Cocer la pasta hasta que esté al dente según las instrucciones del paquete. Escurra los fideos y reserve 1 taza del agua de la pasta. Ponga los linguini en un bol e incorpóreles el pesto. Añade 1/4 de taza de agua de la pasta y remueve hasta cubrir, añadiendo más agua hasta obtener la consistencia deseada. Añada 1/4 de taza de las nueces tostadas reservadas. Pruebe la sazón y adorne con queso parmesano, perejil picado o más ramilletes de brócoli escaldados si lo desea.