Puede que seas madre. Tal vez no lo seas. Pero supongo que tuviste una madre, ¿verdad? Yo soy madre. Y lo que generalmente se sabe de las mamás es que tenemos que estar preparadas para situaciones inesperadas.
Desde llevar pañuelos de papel adicionales y recordar «suavemente» que hay que limpiarse la nariz, hasta anticiparnos y reaccionar rápidamente ante los coches que nos preceden y pisan bruscamente el freno, pasamos nuestro brazo protector por el pecho de nuestro desprevenido pasajero (¿de verdad crees que funcionaría?) asegurándonos de que nuestros cachorros estarán protegidos de los enemigos.
Mi madre era, y sigue siendo, la reina de estas dos situaciones. Ayer mismo me recordó que tenía que vacunarme contra la gripe y actualizar mi pasaporte. Por eso la quiero. Es mi madre.
Pero hay situaciones para las que no siempre podemos estar preparados. Esos ataques furtivos que nuestros hijos revelan a propósito a la hora de la verdad sólo para mantenernos alerta. Para hacernos saber que no somos tan sabelotodo ni estamos tan al tanto de todo como creemos.
Normalmente se trata de nuestro hijo que llega a casa y dice: «Mamá, tengo que llevar esto y aquello y tal y cual al colegio. Mañana». Y son las 9 de la noche. Y yo no estoy de humor para hacerme cargo de esta situación. Y papá tampoco. Ni tampoco el perro. Sip, sucede. Y sí, nos las arreglamos.
Pero tenía masa para tartas de nevera. Y azúcar decorativo de varios colores navideños. Y unas cucharadas de mantequilla. Y lo que descubrí que era mi ingrediente secreto: extracto de almendra.
Así que decidimos vencer esta situación sorpresa, tomamos un atajo e hicimos Galletas de Azúcar de Masa de Pastel. No son perfectas, pero no tienen por qué serlo. Lo único que importa es que nos divertimos horneándolas y pasaron la prueba de sabor de Smudge. Recién salidas del horno, se sirvió un vaso de leche, se escabulló a su nevera de cartón repleta de fanzines de One Direction y se comió tres galletas mientras espantaba hábilmente a los perros.
Y lo mejor es que declaró que nuestras galletas estaban deliciosas y nadie se dio cuenta.

Ingredientes
- 1 cucharada de mantequilla derretida
- 1 rollo de masa para tartas del frigorífico
- ¾ cucharadita de extracto de almendra
- azúcares decorativos
Instrucciones
- Precaliente el horno a 350 grados F. Forre una bandeja para hornear con papel pergamino o una alfombrilla para hornear Silpat. Haga una bola con la masa y extiéndala hasta que tenga ¼ de grosor. Cortar la masa con cortadores de galletas y colocar en la bandeja para hornear preparada. Añadir el extracto de almendra a la mantequilla derretida y untar la masa con mantequilla.
- Cubrir generosamente con azúcar decorativo y hornear durante 10-12 minutos o hasta que estén dorados. Retire del horno y deje enfriar durante 10 minutos.