Cuando nos mudamos a nuestra casa, teníamos un terreno bastante arbolado. No como parque estatal arbolado, pero definitivamente camping arbolado….suficiente para que dentro de nuestro primer año de vivir aquí, que sin duda había visto mapaches, ciervos, pavos silvestres, zarigüeyas, ardillas, ardillas, conejos y ratones. Todos en nuestro jardín. Todo dentro de 15 pies de nuestra casa. NO siempre vivo….pero eso es otra historia. En términos de privacidad, ¡fue increíble! La mayor parte del tiempo no teníamos ni idea de lo que nuestros vecinos estaban haciendo (o si inclusoteníavecinos…) y viniendo de nuestro pequeño terreno inicial, ¡¡¡fue genial!!! Y entonces empezó la tala salvaje.
Empezamos con un profesional al que contratamos para que derribara algunos árboles muy problemáticos (¿el peor? Un árbol de hoja perenne GIGANTE colgando justo en medio de nuestro patio trasero). Y luego se unieron todos los demás. Jorden, y los vecinos, y Jorden de nuevo ….. hasta que nuestra parcela arbolada desapareció por completo y obtuvimos una vista directa de los patios de los dos vecinos de al lado. ¿Y lo bueno? Nos caen muy bien nuestros vecinos. ¿Y la otra buena noticia? Al menos seguíamos teniendo intimidad a nuestras espaldas.
Palabra clave:tenía. Porque la pasada primavera la compañía eléctrica nos envió una nota diciendo que tenían que derribar 4 árboles que había al borde de nuestra parcela….detrás de nosotros….. Y así, sin más, nuestra intimidad quedó aniquilada. Desde entonces, hemos estado barajando ideas sobre qué hacer allí ….. y, mientras tanto, la casa de detrás se ha puesto a la venta. Es interesante: hasta que cayeron los árboles, no me hubiera importado en absoluto que estuviera en venta …. ni quién pudiera comprarla. No importa quiénes sean tus vecinos si ni siquiera sabes que están ahí. ¿Pero ahora? Ahora sí.
Así que …. cuando hubo una jornada de puertas abiertas el domingo pasado, ¡fuimos! Para echarle un vistazo ….por si acaso podíamos convencer a algunos amigos o familiares para que se mudaran a nuestro barrio….¡justo detrás de nosotros, de hecho! Porque aunque se acostumbraran a venir todos los días, ¡preferiría que alguien que conocemos y nos cae bien se mudara a esa casa! En caso de que nuestro convencimiento funcione, me aseguraré de tener a mano estos 4 sencillos ingredientes….la combinación perfecta de dulce y salado, perfecta para tu próxima reunión….. ¡o para tus nuevos invitados favoritos!
Balsamic Cherry Crostini
1 baguette fresca, cortada en rebanadas de 1/2 o 3/4 pulgadas
1 tarro (12 onzas) de conservas de cereza (yo usé Smucker’s Orchard’s Finest)
2 paquetes (8 oz.) de perlas de mozzarella fresca
vinagre balsámico
*la cantidad exacta de cada uno variará en función del tamaño de la baguette
1. Cubra cada rebanada de baguette con 1 cucharada de confitura de cerezas, 4 perlas de mozzarella y un chorrito de vinagre balsámico.
2. Hornear a 425 grados 7-8 minutos, o hasta que el queso esté derretido.